Ampliaciones que suman y restan | Arquitectura

2023-02-15 16:13:02 By : Mr. Guanglin Wang

El edificio se sitúa en una ladera de pronunciada pendiente. La vivienda original se mantuvo prácticamente intacta, interviniendo mínimamente para mejorar la eficiencia de su envolvente.

La vivienda anexa, constituida por dos alas en forma de V en planta, se sitúa en uno de sus laterales, separadas por una escalera lineal exterior que da acceso a la ampliación, a la cual se llega por un camino enlosado que comunica con el acceso principal.

La nueva edificación se introduce entre el arbolado preexistente, con un cuidado respeto por el entorno, perturbándolo lo mínimo posible. Pasa prácticamente inadvertida, no sólo desde el nivel de la vía pública, sino también desde una perspectiva aérea. Cuenta con una cubierta verde que se camufla entre las copas de los arboles.

El ala norte cuenta con una sala de estar, un espacio de trabajo, oculto entre los elementos de almacenamiento, y una cocina, con barra de desayuno frente a un gran ventanal con vistas al Monte Kembla.

Los espacios de estar se abren a una pequeña terraza que abarca la abertura de la V, en el centro de la cual aparece un antiguo pimentero preexistente en la parcela, que se convierte en el centro de la ampliación, conectándola con la naturaleza.

El ala sur, más privada, dispone de un dormitorio y un baño, entre los cuales se intercala una zona de lavandería.

El revestimiento exterior de la envolvente se caracteriza por el uso de madera, tratada con la técnica japonesa Shou Sugi Ban, que carboniza la superficie mejorando su durabilidad.

El extenso jardín de la cubierta no sólo mejora la eficiencia de la envolvente, sino que colabora con la regeneración de la biodiversidad del sitio, mediante la disposición de plantas endémicas,  resistentes a la sequía. Además, dispone de un sistema de recolección del agua de lluvia para su uso en la vivienda.

El voladizo que cubre el pasaje donde se sitúa la escalera de acceso, se cubre con paneles fotovoltaicos que, junto con los situados en la cubierta de la vivienda original, cubren gran parte de la demanda energética de la vivienda, reduciendo su consumo un 86 %.

En el interior predominan los materiales naturales de tonos cálidos. Los paramentos se cubren con tableros de OBS, sin tratamientos de pintura, eliminando la presencia de VOC (compuestos orgánicos volátiles). También destacan los ladrillos de arena reciclados, que recubren los suelos y parte de los paramentos verticales. Estos ladrillos absorben la luz solar directa en invierno, ejerciendo de batería térmica,  dispersando el calor gradualmente a lo largo del día.

Con todas estas medidas, la huella ambiental del edificio consigue una reducción del 64 %, respecto a lo habitual en una construcción de semejantes características en la misma zona climática.

Imágenes de Barton Taylor

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